La escritura puede ser una gran aliada para tu salud mental. ¿Cómo es eso? Las personas somos historias; de hecho, somos el producto de nuestras experiencias y de cómo nos contamos a nosotros mismos dichas experiencias vitales. Tú me podrás decir, las experiencias son las que son, es no se puede cambiar. La respuesta a eso es no, no se pueden cambiar… ¡Y sí!
Llegados a este punto, deberíamos hacer una distinción entre lo que se suele denominar realidades de primer orden y realidades de segundo orden. Las primeras son aquellas realidades objetivas e inamovibles, por ejemplo, “he sacado un 3.8 en el último examen de economía”. Evidentemente, sacar un 3.8 no admite debate, es lo que es: un 3.8. Ahora bien, aquí entran en juego las otras realidades antes mencionadas, las realidades de segundo orden, las cuales son las interpretaciones que nuestras mentes dan a las realidades de primer orden, por ejemplo, ante sacar un 3.8 en un examen yo puedo pensar: “soy un desgraciado, la vida no tiene sentido y voy a acabar mendigando en la calle” o puedo pensar que “no pasa nada, en realidad es solo la nota de un examen, no es representativo de mis notas habituales, la próxima vez lo haré mejor”
Te pregunto: ¿qué interpretación, es decir, que realidad de segundo orden, da más salidas a que en el próximo examen lo hagas mejor? Creo que esta pregunta se contesta sola.
Ahora bien, una manera de empezar a re-narrar tu vida utilizando realidades de segundo orden que abran puertas en lugar de cerrarlas es utilizar la escritura como forma de terapia. La escritura tiene la capacidad de sanar cuerpo y mente y generar nuevas formas de pensar sobre emociones, procesos mentales…
Por tanto, veamos Formas Terapéuticas de Escritura que puedes poner en marcha desde ya:
Estas son algunas formas de ponerte ya en marcha para comenzar a trabajar por y para ti. Ya depende de ti decidir cuándo ponerte manos a la obra. Y, por supuesto, si necesitas ayuda, siempre tendrás aquí a tu psicólogo de confianza. Venga, ¡ESCRIBE!