El eje intestino-cerebro: ciencia que importa.
En el nuevo episodio de Entre sesiones, tuvimos el placer de conversar con Marina Rodríguez, psicóloga sanitaria y divulgadora científica que quizá conozcas como Gastropsique. Su proyecto nace desde una pasión muy clara: dar visibilidad a la relación entre el aparato digestivo y la salud mental, un vínculo que durante mucho tiempo ha sido ignorado tanto en la consulta como en la divulgación.
Marina nos habló sobre su trabajo con personas que padecen trastornos digestivos funcionales, como el colon irritable, dispepsia o síndrome del intestino permeable. Estos trastornos, aunque no presentan una causa orgánica clara, tienen un gran impacto en la calidad de vida de quienes los padecen. Y aquí es donde entra la psicología.
Durante la conversación, profundizamos en el llamado eje intestino-cerebro, una red de comunicación entre el sistema nervioso central, el sistema entérico (el «cerebro del intestino») y la microbiota intestinal. Cada vez más investigaciones señalan que este eje es clave en trastornos como la ansiedad, la depresión, o incluso el autismo.
Uno de los temas más interesantes que surgieron fue cómo está evolucionando la forma de comunicar ciencia. Marina, como muchos otros profesionales jóvenes, utiliza las redes sociales para educar y crear comunidad. Pero también reconoce los retos: luchar contra la desinformación, los mensajes simplistas y los contenidos virales que, aunque populares, pueden ser peligrosamente incorrectos.
El dolor abdominal crónico, los problemas digestivos sin diagnóstico claro, los atracones o las náuseas sin motivo aparente pueden tener un componente psicológico profundo. Reconocerlo no es “psicosomatizar”, sino entender que somos un sistema complejo donde todo está conectado.
Gracias a voces como la de Marina Rodríguez, cada vez más personas se sienten validadas, entendidas y acompañadas en procesos que antes se vivían en soledad.
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